sábado, 21 de mayo de 2011

¿Cómo funciona el brazalete electrónico que debe llevar Strauss-Kahn?

 

El juez estadounidense Michael Obus revisó una vez más las condiciones para la libertad bajo fianza de Dominique Strauss-Kahn (DSK), el ex director del Fondo Monetario Internacional acusado de intento de violación en Estados Unidos.

El político francés, de 62 años, no podrá salir de Nueva York mientras dure su proceso. Éstas son algunas de las normas impartidas por el juez de la Corte Suprema el viernes por la noche durante una vista. Strauss-Kahn:
1. debe entregar sus pasaportes
2. llevará un dispositivo electrónico en el pie
3. estará vigilado por una cámara de video en su apartamento
4. estará vigilado por un agente armado delante de la puerta de la casa, que le impedirá la fuga si lo intentase
5. podrá dejar el apartamento para una visita al médico, para ir a una sinagoga o por citas en el tribunal o con sus abogados
6. deberá reportar cada salida prevista al menos seis horas antes
7. será seguido fuera del apartamento permanentemente por un agente armado
8. sólo podrá visitar a cuatro personas sin contar con una autorización previa del tribunal
9. asumirá de su propio bolsillo los costes del operativo de vigilancia, de unos 200.000 dólares (141.000 euros) al mes

Cómo funciona el brazalete

Dominique Strauss-Kahn, en arresto domiciliario bajo vigilancia en un apartamento en Nueva York, tendrá que acostumbrarse a usar un brazalete electrónico en su tobillo, equipado con un GPS, que seguirá las 24 horas el más mínimo de sus movimientos.
“Se parece al GPS que uno tiene en un automóvil. Un punto indica la ubicación de la persona que lleva el brazalete”, dijo Perry Smith, presidente de la empresa estadounidense ADAPT, que proporciona sistemas GPS.
Por ejemplo, cuando la persona vigilada “va del dormitorio al baño, se ven los puntos en movimiento (…). También se puede configurar la precisión como uno quiera: de varios centímetros a varios metros”, agregó Smith.
Darryl Martin, jefe de la empresa G4S Justice Services, una de las principales en el país en el sector de dispositivos de vigilancia electrónica, explicó que el aparato puede enviar la localización de la persona “en cada minuto al centro de control”.
En caso de que el dispositivo deje de transmitir, la empresa de vigilancia o las autoridades son alertadas por correo electrónico, SMS o llamada telefónica automática.



Pesa menos de 500 gramos

Según Martin, los brazaletes electrónicos pesan menos de 500 gramos y están concebidos para “pasar desapercibidos“. Además, quienes los controlan pueden crear áreas de “inclusión” o “exclusión”.
En el caso de Strauss-Kahn, la empresa de vigilancia puede “crear una zona de cual no puede salir en torno a su residencia”, dijo el experto. “Si saliera de esa zona se dispararía una alerta”, dijo.
También se puede establecer una zona de exclusión, en la que la persona vigilada no tiene derecho a entrar; por ejemplo, se puede impedir que se acerque al aeropuerto.
La alerta también se puede activar si la persona intenta controlar o manipular el aparato o deshacerse de él. “Se puede cortar fácilmente el brazalete con una tijera”, aclaró Martin.
Pero John Bailey, de la empresa de seguimiento CHI Monitoring, dijo que “nunca” vio a nadie intentar desarmar un dispositivo de estos. Según él, la única forma de deshacerse de un brazalete electrónico es “sacárselo, correr y confiar en que no te atrapen”.

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