jueves, 28 de octubre de 2010

Lara Croft and the Guardian of Light

Lara Croft


Lejos están los días en que Lara Croft, heroína de Tomb Raider, tomó al mundo por sorpresa convirtiéndose rápidamente en un ícono de los videojuegos y éxito de taquilla. Varios intentos de modernizar la franquicia palidecieron al lado de su éxito pasado, y el rumoreado reboot cinematográfico dejando de lado a Angeline por Megan Fox nunca se materializó.
Sin embargo, me encontré este fin de semana con una especie de reboot escondido en el mundo de los videojuegos de la mano de Lara Croft and the Guardian of Light, un juego descargable que no solo el reconocido título de la serie sino que además echa por la borda más de una década de predecible acción en tercera persona colgada en la espalda de Lara por una vista isométrica que recuerda más al Diablo o Crusader No Remorse que a Tomb Raider.
Y ¿saben qué? Es genial. Más allá de su presupuesto notablemente menor y una olvidable historia, hace años que no me divertía tanto con un juego protagonizado por la desproporcionada señorita Croft. The Guardian of Light es un juego de acción simple y lleno de puzzles, casi como uno recuerda los Tomb Raider de antaño, con movimientos fluidos  y con el agregado de un disfrutable modo cooperativo.
Si bien el juego se ve desde una vista diablesca, lo fluido de la jugabilidad que mezcla disparos con plataformas lo acerca más a clásicos como el Prince of Persia o Flashback. Creo que no puedo exaltarlo más que compararlo con esos dos clásicos. Los ambientes son interesantes y bien definidos, con tumbas que hacen honor a la serie, cuevas y junglas plagadas de animales peligrosos y demonios mayas.
Para enfrentarlos Lara cuenta en esta aventura con una lanza mágica que puede usar como escalón para subir a lugares complicados, su confiable lazo con garfio al final para colgarse de aros gigantes, bombas que puede detonar a gusto en el piso y por supuesto,  varias armas de fuego que puede recolectar o ganar completando desafíos - como cruzar un río sin tocar el agua- inteligentemente distribuidos entre los niveles.
Estos, sumados a mini-niveles dentro de cavernas especialmente marcadas, también sirven para conseguir reliquias y mejoras que cambian un poco el poder de cada arma, la salud de Lara y otras pequeñas variables que le dan casi un sabor de juego de rol lite.
Lo único flojo de este título es su presentación. Con una historia ridícula y a la vez olvidable, contada mayoritariamente en horrendas viñetas de comic, lo mejor es adentrarse a los niveles sin ni siquiera tenerla en cuenta. El doloroso intento de crear una relación entre Lara y el indígena protagonista como en otros juegos de parejas disparejas es parte del mismo mal.
En resumen, The Guardian of Light destila lo que podría llamarse la esencia de Tomb Raider, eso que robó tan bien de juegos pasados y supo pasar por primera vez al 3D, y lo traslada con éxito a un mundo isométrico en un juego de mucho menor presupuesto, pero a mis ojos de mucho mayor valor. Para quienes ya se habían desencantado con Tomb Raider como yo, les aconsejo que le den una oportunidad.


Fuente : amoelcine

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