Cuando Sony lanzó el firmware 3.21 para la PS3, lo hizo dejándonos las cosas muy claras: o sacrificas las opciones online, o pierdes tu instalación de Linux. Anthony Ventura, un consumidor de California, escogió la tercera opción: ir a los juzgados y sentar las bases para una demanda colectiva.
En la documentación presentada ante el juez, este usuario insatisfecho dispara a dar citando a varios ejecutivos de Sony, que en su día se llenaron la boca señalando la importancia de poder instalar sistemas operativos alternativos en la consola, utilizando estas y otras declaraciones para demandar a Sony por incumplimiento de contrato, publicidad engañosa, y violar las leyes sobre competencia en el estado de California entre otros cargos.
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