
Con un sistema casero de tan sólo 1.500 dólares (la mayor parte del dinero corresponde al portátil), y software Open Source, Chris consiguió que alrededor de 30 teléfonos GSM de los asistentes se registraran con su equipo pensando que era una torre de operadora de redes móviles. Durante la demostración explicó que "en lo que a sus teléfonos respecta, no se me puede distinguir de AT&T", teniendo así la opción de desactivar la criptografía y grabar las llamadas. Según la especificación GSM, cuando la criptografía ha sido apagada los teléfonos tienen que informar al usuario, pero las operadoras han decidido deshabilitar esa opción en las tarjetas SIM.
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